Leo en el blog de Laura Guillot una carta de un jugador profesional de poker en la que se queja de que la elaboración de la ley la regulación se va a cargar el poker online al no preocuparse por los profesionales.

Pongamos un ejemplo real. En Italia la regulación en 2008 estableció que sólo se podrían ofrecer torneos con un máximo de 100€. Los profesionales dijeron que era un desastre y se cargaría el poker en Italia. Pero se pasó de jugar 50 millones de € al mes a más de 200 millones en poco más de un año. Y hasta este verano sólo se podían jugar torneos y sits en Italia.

¿Se cargó el poker la regulación? No. ¿Se cargó a muchos profesionales? Si, pero otros consiguieron adaptarse y vivir de la oleada de nuevos jugadores, una avalancha espectacular que ha hecho de Italia el país con más jugadores de poker online.

Pero, si las regulaciones restrictivas son buenas, ¿por qué todos los profesionales las están criticando? Porque las restricciones hacen que los «pros» no se lleven el dinero de los «pescados» tan rápido. Al limitar las cantidades que se puede jugar la gente, hacemos que el dinero de los perdedores dure más y, en consecuencia, que los profesionales ganen menos.

Si limitamos el ingreso por sala a un máximo diario, semanal o mensual haremos que aquel que haya llegado al límite en una sala, se vaya a otra si quiere seguir jugando.
Si limitamos el máximo por mesa o el tipo de juego haremos que los jugadores no puedan perder tanto dinero de golpe. Así un jugador necesitará más tiempo de juego para perder el mismo dinero.

El quitar estas dos limitaciones favorece a los pros, que se llevarán el dinero del resto de jugadores más rápido, al haber más dinero en juego.
Y también beneficia al operador dominante, que probablemente será PokerStars, ya que será el único que tendrá liquidez para partidas altas y habrá pocos jugadores que consuman sus límitres de depósito.

El que el resto de salas de poker quiera que quiten las limitaciones, es irse a luchar contra PokerStars en su terreno. Y si, además, tiene una entrada de jugadores desde otro mercado, apuestas o casino, más va a meter la para, porque el dinero que su cliente se gastaría en apuestas o bingo, lo perderá en poker contra un profesional.

Si hay unos límites de depósito fuertes, habrá muchos más jugadores que gasten su depósito en PokerStars y vayan a otra sala para seguir jugando el resto del mes que viceversa.
Si las apuestas están limitadas, la variedad de mesas será más pequeña, por lo que no habrá tanta diferencia entre las salas grandes y pequeñas, y los jugadores no necesitarán cambiarse de sala para encontrar mesas a su gusto.

Pero me temo que a la larga vamos a desproteger al jugador y dejarle a merced de salas y profesionales, y los que en definitiva salen perdiendo son los operadores, que son los que invierten en esto. Para el estado, el pastel de impuestos es ridículo si lo comparamos con lo que sacan de loterías.