Cualquier programa VIP que veamos en una sala de póquer se basa en lo mismo, cuanto más rake generes más te devuelven. Ya sea en forma de rakeback directo o puntos que puedes usar para comprar cosas, bonos o, en algunos casos, te dan directamente el dinero en efectivo.
Si pensamos desde el punto de vista de los jugadores ganadores, esto es perfecto, ganan dinero en las mesas y además la sala les premia por jugar mucho y reciben un premio añadido. En cambio, para los jugadores perdedores, el sistema es penoso, no sólo les cuesta un dineral el jugar, sino que además no reciben nada de la casa más que el bono de primer ingreso y alguno que sacan de vez en cuando como promoción.
Para las salas es el modelo perfecto, los jugadores que más rake generan, lo que es más beneficio para la sala, son los que más ventajas tienen. A más ingresos más comisión para que el que la genera. Ganan los dos. ¿O no?
Quizás hay un punto en el que nadie ha profundizado y que llevaba tiempo dándole vueltas y un artículo de Bill Rini me ha hecho volver a darle una vuelta y plasmar mis ideas en esta columna. Según Bill, y yo pienso lo mismo, estos sistemas VIP están basados en los de los casinos, cuanto más le gano a un jugador, más le devuelvo así sigue jugando.
Pero en el póquer el rake no se lo estás ganando al jugador que más juega, la casa lo gana del jugador que más pierde. Veámoslo más a fondo. Una sala de poker online para funcionar necesita tener liquidez en el sentido de dinero en juego en las mesas. Esta liquidez viene de una formula muy sencilla, es el dinero que entra en depósitos más el dinero que entra en promociones de la sala tipo bonos menos el rake generado menos los reintegros de los jugadores. Si eres una sala monstruosa tipo PokerStars o FullTilt, los ingresos que tienes son tan grandes que te permiten hacer cualquier tipo de promoción. Siempre vas a tener entrada de dinero y la liquidez irá creciendo. Pero en una sala de tamaño medio, ya no creo que sea tan interesante hacer promociones dirigidas a los tiburones. Éstos te restan liquidez al sacar sus ganancias y además les das una parte de tu beneficio por lo que tienes menos capital para invertir en conseguir nuevos jugadores que ingresen y hagan crecer la liquidez. Así, poco a poco los niveles «profesionales» van disminuyendo a pesar de los esfuerzos que haces para mantener a los tiburones, son tantos que los pocos peces que entran son esquilmados en pocas manos.
¿Qué ocurriría si una sala decide premiar el aumento de liquidez?
Imaginemos que una sala online de tamaño medio cambia las condiciones de su programa VIP y decide que deja de pagar más por generar más rake y lo hace según la liquidez que aporte el jugador al sistema. En plata, un fish system en vez de un shark system. Al principio, todos los jugadores más habituales protestarían y dejarían de jugar, pues considerarían que la sala se está portando mal con ellos pues piensan que son sus mejores clientes. El número de mesas disponibles bajaría, ya que estos clientes suelen jugar en muchas mesas, y al principio la liquidez descendería de golpe al sacar estos jugadores sus fondos. Pero, por otro lado, los jugadores depositantes aumentarían ya que sus depósitos serían primados con bonos, puntos o cualquier sistema de fidelización. De este modo, la liquidez comenzaría a subir, y se mantendría durante más tiempo ya que los jugadores ganadores serían menos, los perdedores estarían más felices porque les dura más el dinero al haber menos tiburones y ser premiados por ingresar. Finalmente, la cantidad de fishes sería tan grande que los jugadores ganadores volverían a esa sala, aunque no recibieran un duro de rakeback. El dinero disponible para ganar jugando sería grande y bastante fácil.
Creo que en el futuro, según vaya disminuyendo la liquidez en las salas de póquer se llegará a este sistema, ya que el negocio es imposible.
Un ejemplo de por qué la liquidez es lo más importante de una sala es WPEX. Esta sala hace unos años ofreció el 100% de rakeback a los jugadores, pero no triunfó al no tener gente que ingresara, todos los que fueron allí eran ganadores y al no ganar en las mesas marcharon a aguas más pobladas.