Comenta Simón en Poquer-red que en las jornadas que se acaban de celebrar en Valencia, vió al sector «desnchufado» derrotado ante el sector online por la posible redacción final de la Ley de Juego. Si, finalmente, la ley no les da ninguna ventaja inicial en una parte muy grande es culpa suya y se lo merecen.
Durante años el sector tradicional, como les gusta llamarse, simplemente han abogado por la prohibición del juego online, cuando estaban en una posición excelente para quedarse con el control del juego online y haber impedido la entrada de estos «ilegales».
Pero que se va a esperar de un sector en el que muchos de sus directivos prácticamente desconocían, hace cinco años, lo que era el juego online. No puedo imaginarme el tiempo que tardarían en estar en la cola del paro los ejecutivos de cualquier empresa de otro sector que tuvieran un desconocimiento semejante de la industria en la que trabajan.
Como se dice vulgarmente, de esos polvos vienen estos lodos, el haber permitido, por negligencia, la entrada de las grandes empresas sin ningún tipo de barrera ha hecho que ahora estén en una posición muy retrasada en esta nueva carrera. Su única defensa es repetir que han pagado muchos impuestos mientras que las empresas online han trabajado en la ilegalidad sin saldar sus cuentas con Hacienda.
Qué hubiera pasado si hace 10 años las empresas de juego hubieran hablado con la administración y les hubieran dicho, «oigan ustedes, hay que regular el juego por medios electrónicos, sobre todo Internet, así que vamos a ver como ampliamos la licencia que tenemos para que podamos ofrecer los mismos juegos que tenemos autorizados en nuestros locales por Internet». Un simple «pagaremos más impuestos» hubiera valido para que se pusieran a trabajar en el asunto las diferentes administraciones al olor de nuevos ingresos. Una vez con la legislación a medida de ellos, los bwin, Pokerstars o Betfair, lo hubieran tenido muy difícil para trabajar en España.
Pistas han ido recibiendo de sobra. En 2004 el casino de Barcelona celebró el primer EPT, patrocinado por PokerStars que en esos momentos no era ni por asomo el monstruo que es ahora. En 2006 la Asociación de Casinos presentó el CEP, con el patrocinio de EuroSuperPoker, que sin tener ni idea y probablemente equivocandome bastante, no era ni es ahora ni del tamaño de cualquiera de los casinos medianos. Eso en su casa, pero en 2005 salió PartyGaming a bolsa con una valoración de casi 7 millardos, lo que probablemente pasó desapercibido en la mayoría de los despachos de este sector tradicional.
Ninguna de estas señales sirvió para que se movilizarán y pidieran una regulación del juego online a sus anchas. Pero todo llega, y ahora, con una crisis tremenda y los casinos, por no hablar de los bingos, vacíos y con unos problemas económicos tremendos se encuentran con una ley que, a no ser que ésta cambie mucho, les pone delante a la competencia, las empresas online, que tienen las arcas llenas y están listas para invertir en serio en España.
La única salida que les veo al sector tradicional es la asociación con las salas online, como acaban de hacer Wynn y PokerStars en Estados Unidos. Así podrán tener presencia en Internet y poder probar el pastel que se está cociendo y parece que dará de comer a mucha gente.