Desde antes de venir a Las Vegas ya tenía en mente, si era posible, acercarnos a jugar el original Million Dollar Tournament al Commerce Casino en Los Angeles. Lo que no sabía es que iba a tener un «overlay» tan tremendo. Más de 300.000$ tienen que añadir los organizadores para cubrir el millón que garantizaban.
Decidimos jugar un par de días y un par de satélites, conocer algo la ciudad, y si no pasabamos a la final, volver a Las Vegas el domingo.
Laura, el segundo día que jugamos, quedó entre el 2% que continuaban el domingo, y aquí estoy, escribiendo mientras ella está entre los 18 últimos de los 46 que pasaron a la final entre los 6 días iniciales y de un total de más de 2.200 jugadores que participaron. Así que, a ver cómo se le dan las cosas.
Pero además hay que tener en cuenta que al día siguiente de clasificarse, Laura cogió gastroenteritis, por lo que tuvimos que ir a un hospital a que la mirara un médico. Al final no era nada grave y está jugando después de dos días casi sin comer.
Al llegar al hospital te piden tus datos y te marcan con una pulsera con tu nombre y un código QR, que es es que es como un cuadrado con puntitos. Así, cada vez que te hacen algo, te pasan un lector para identificarte.
Tras rellenar la ficha de entradacon tus datos personales, te quedas en la sala de espera hasta que una enfermera te hace todo tipo de preguntas, te toma la tensión, el ritmo cardiaco y la temperatura y te manda a otra sala privada a esperar a que llegue el médico. Esta sala es un cuarto con una camilla, una extraña máquina y un par de cajas de guantes. Algo sucia y con un aspecto algo siniestro.
La doctora volvió a preguntar de todo y tras palparle el estómago dijo que iba a hacer una prueba para descartar apendicitis.
En este momento agradecí la existencia de los griegos y el haber decidido que las enfermedades se llamasen en griego, si no hubiera sido imposible entenderse con la médico.
De vuelta a la sala de espera y con un líquido que se tuvo que tomar Laura para la prueba, pasamos unas 4 divertidas horas en un hospital americano.
El coste de la broma, ni idea, que ya mandarán la factura a casa. Espero que no haya problemas con el seguro.
Así que, de vuelta en el hotel y dos días de cama, viernes y sábado, para Laura antes de la final que empezaba hoy domingo a las 13:00. Así que el turismo, aunque pudimos dar un par de vueltas por Los Ángeles, el plan de viernes y sábado se redujo a habitación y calditos.
Respecto al Commerce, sorprende el verlo. Por un lado es una decepción, ya que es como los casinos más antiguos de Las Vegas, sucio y viejo, pero el ver más de 200 mesas de poker, desde NL40, es tremendo. Un viernes tarde está todo lleno y hay tremendas listas de espera, pero no es el único casino en Los Angeles, a 15 minutos está el Bicycle, que es el segundo casino de poker más grande del mundo.
Este es el verdadero paraiso para los jugadores de poker.
Ha mesas desde 40NL y 3-6 Limit, hasta lo que quieras. Jugadores de todo tipo.
Supongo que mañana volveremos para Las Vegas y pasaremos por el calor del desierto, a la ida llegamos a los 45, esperemos pasar de los 50 a la vuelta. A la llegada a Las Vegas creo que nos sentiremos como en casa, ya que están llegando todos los españoles.