Como era de esperar y con más prisa que debate, el Congreso ha aprobado la «Ley de Juego», que nos deja igual que como estábamos, a la espera de que se publique el Reglamento que es donde saldrán las condiciones que tendrán que cumplir las empresas que quieran tener una licencia para operar legalmente en España.
Dicho Reglamento parece ser que está casi preparado y sólo se espera la formalidad de que se nombre la Comisión de Juego y pase un tiempo prudencial para publicarlo. No vaya a ser que se publique antes del nombramiento de los que tienen que redactarlo y se sospeche de que está todo casi preparado.
Así que para Julio saldrá la normativa a acatar y se podrán empezar a solicitar licencias, parece ser que en un principio solo de apuestas y poker, para los operadores privados.
La protagonista, y directora, de esta película, que parece se estrenará antes de que acabe el año, es la LAE, que con la exclusividad de las loterías se llevará la parte grande del pastel, le acompaña en los carteles la ONCE, que como en las películas de Pajares y Esteso siempre van de la mano. El resto de personajes, poco importan, todos tienen un papel muy secundario. Hay que tener en cuenta que la LAE aporta al estado 3.000 millones al año. Para que el poker llegue a esto con su 25% de impuesto, tendría que generar 12.000 millones de rake. Una cifra a la que no creo que llegue el negocio mundial del poker. Así que, no extraña nada que no aparezca la palabra poker en toda la ley.
Respecto a los jugadores de poker, su papel será el de espectadores, pagando entrada, y quizás alguno pueda trabajar como extra y cobrar algo, pero como no haya tres o cuatro operadores fuertes, nos encontraremos con el monopolio que nos repita una y otra vez la misma película. Esperemos que haya competencia y los operadores tengan que pensar para conseguir clientes; no, simplemente, poner ridiprogramas de televisión.